Actualizado 14/09/2017 15:33

Tras seis décadas, el picahielos con el que se asesinó a León Trotsky en México será exhibido

TROTSKY
WIKIPEDIA

   CIUDAD DE MÉXICO, 14 Sep. (Notimérica) -

   México tiene marcada en su historia la noche del 20 de agosto de 1940 por la muerte de uno de los líderes políticos e idológicos rusos más famosos del siglo XX, León Trotsky, el cual fue asesinado en Coyoacán en un ataque planeado por el NKVD.

   'El viejo', como lo llamaban en el país azteca sus conocidos, fue asesinado por un ciudadano conocido como Frank Jacson --nombre ficticio de un ciudadano comunista español--, quien acabaría clavando en el cráneo de uno de los líderes políticos de la Revolución Rusa un picahielo a más de cinco centímetros de profundidad.

   La macabra historia no solo se ha mantenido viva hasta el día de hoy por la importancia de Trotsky, sino por el negocio y la búsqueda que se ha llevado a cabo a lo largo de los años con el picahielos con el que se le mató y que, finalmente, será expuesto en el Museo Internacional de Espionaje de Washington.

   Y es que, después de que la policía mexicana lo mostrara al público en una rueda de prensa en 1940 donde se informó del fallecimiento del ruso, el arma no volvió a verse, aunque sí se sabe que cambió de manos en varias ocasiones, tal y como indica un artículo de 'The Guardian' citado por 'Infobae'.

   El artículo fue guardado en una sala de pruebas de Ciudad de México durante varios años hasta que un agente de la policía secreta, Alfredo Salas, lo verificó y se hizo con él. A su muerte, fue su hija Ana Alicia Salas la que lo recibió y mantuvo debajo de su cama durante 40 años, hasta que en 2005 decidió ponerlo en venta.

   Nada más y nada menos que el nieto del asesinado, Esteban Volkov, quiso hacerse con él para la casa museo de Trotsky de México pero Salas rechazó entregárselo pues, como dijo a 'The Guardian', "estoy buscando algún beneficio económico", considerando que "algo tan importante históricamente debería valer algo, ¿no?".

   Así, el hacha fue finalmente comprada por un coleccionista privado estadounidense, Keith Melton, la cual incluyó a sus 5.000 artefactos sobre espionaje que compondrán la colección del museo donde el picahielos será expuesto.

   Para el ahora dueño, el hallazgo y compra del picahielo "fue una búsqueda que me llevó 40 años y mucha desinformación", puesto que tal y como relata Melton "rastreaba todos los rumores que aparecían sobre el arma, incluso uno que afirmaba que el presidente mexicano la usaba de pisapapeles".