Actualizado 20/06/2009 16:14

Sudáfrica lidera búsqueda de vacuna contra turberculosis

Por Wendell Roelf

WORCESTER, Sudáfrica (Reuters/EP) - El pequeño Hisinawa quedó en un estado semi comatoso permanente cuando la tuberculosis le llegó al cerebro, y su rígido cuerpo temblaba mientras un doctor introducía un tubo de goma por su nariz para despejar la espesa flema que lo asfixiaba.

En diciembre pasado, el pequeño sudafricano de dos años estaba caminando y riéndose. Ahora tiene un uso limitado de sus cuatro extremidades y no puede tomar alimentos por sí solo.

Hisinawa es un grave ejemplo de los síntomas debilitantes de la tuberculosis (TB), que causa a muerte a más personas que cualquier otra enfermedad infecciosa tratable. En julio comenzarán en Sudáfrica las pruebas para una nueva vacuna.

Científicos de todo el mundo están buscando una nueva vacuna contra esta contagiosa afección pulmonar, que está mayormente bajo control en los países desarrollados pero todavía acecha a los pobres del tercer mundo. Hasta una de cada tres personas la contrae a nivel global.

"El mundo necesita una nueva vacuna contra la tuberculosis porque la actual no es realmente efectiva para prevenirla y eso se manifiesta en el contexto de una creciente epidemia", dijo a Reuters Gregory Hussey, director de la Iniciativa Sudafricana para la Vacuna contra la TB (SATVI, por su sigla en inglés).

Con más investigaciones y recursos garantizados por organizaciones internacionales como el Banco Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, el optimismo por una nueva vacuna contra la tuberculosis ha alcanzado nuevas alturas, vistas por última vez cuando se desarrolló la actual vacuna contra la TB, Bacille Calmette-Guerin (BCG).

De las nueve vacunas candidatas, la más avanzada clínicamente -llamada MVA85A- será probada en Sudáfrica el mes próximo entre 2.874 niños menores de un año. Los investigadores esperan poder patentar una nueva vacuna contra este mal para el 2015.

"Todos los ensayos clínicos realizados a la fecha con esta vacuna (MVA85A) demostraron que es segura y que estimula elevados niveles de respuesta inmunológica, que según creemos podría proteger contra la tuberculosis", dijo a Reuters la doctora Helen McShane de la Universidad de Oxford.

El Banco Mundial, que se dedica a controlar la tuberculosis identificando y curando pacientes infectados, ha señalado que el apoyo financiero para su tratamiento entre el 2006 y el 2015 generaría un beneficio económico estimado en 1,6 billones de dólares.

Sin la intervención financiera, la carga económica en países duramente golpeados podría alcanzar los 1,2 billones de dólares entre el 2006 y el 2015, según el Banco Mundial.

Paralelamente, se han intensificado los esfuerzos internacionales para alcanzar la Meta para el Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas de reducir a la mitad la tasa de infección de la TB para el 2015.

ACECHANDO A LOS POBRES

Sudáfrica es un buen lugar para empezar: un alto índice de infección combinado con la mayor epidemia de sida del mundo, donde cerca de un octavo de la población es VIH positivo, la hace particularmente vulnerable.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que el virus del sida y la tuberculosis forman una combinación letal, acelerando cada una el proceso de la otra. La tuberculosis es la principal causa de muerte entre los enfermos de sida.

"Mi amiga tiene TB y he visto lo que le hace", dijo Esmerenthia Cupido, residente de la ciudad de Worcester, 100 kilómetros al norte de Ciudad del Cabo, donde se probará una de las vacunas en el marco de la SATVI, que está evaluando cuatro candidatas para la distribución mundial.

"Ella tiene una terrible tos y está perdiendo mucho peso. También perdió a dos de sus hermanos por la enfermedad, pero le gusta divertirse y beber. No quiere escuchar", dijo Cupido a Reuters en el hospital Brewelskloof de Worcester.

"Tering", como se le conoce a los locales, acecha a los pobres. La falta de una nutrición adecuada, condiciones de vida hacinadas y el abuso de sustancias son de ayuda para que se propague la turberculosis.

En Sudáfrica, una visita al almacén local o a un bar en un barrio popular puede ser una jugada riesgosa, en caso de que un adulto infectado llegue a estornudar o toser.

La OMS sostiene que Sudáfrica tiene el mayor índice de incidencia de turberculosis del mundo, con 948 infecciones por cada 100.000 personas.

DESIGUALDAD

El Gobierno aseguró este mes que reforzaría las medidas para mejorar la atención médica en la economía más fuerte de Africa.

"Nos hemos impuesto las metas de reducir las desigualdades en la atención médica (...) y robustecer la lucha contra el flagelo del VIH y sida, la TB y otras enfermedades", dijo el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, en su primer discurso como mandatario.

La tuberculosis, que ha infectado a personas durante miles de años según el Instituto Internacional de Tuberculosis de la Facultad de Medicina de Nueva Jersey, mata cada año a unos 1,8 millones de personas en todo el mundo. Los niños y los adultos jóvenes son los más vulnerables.

En el siglo XXI ha anegado a países del tercer mundo por todo Africa y Asia, desbordando los frágiles sistemas de atención médica. La asistencia a la enfermedad está firmemente enredada en el entramado social de Worcester.

"Hace unos cuatro meses vi a alguien en la calle morir de tuberculosis. Se puso delgado y comenzó a vomitar sangre. Cuando tosía, le salían gotas de sangre", dijo Monique, mientras mecía a su bebé Mercedi de seis meses. "Eso me asustó y decidí llevar a mi bebé a vacunar", agregó.

La bacteria de la tuberculosis comúnmente afecta los pulmones, pero también puede avanzar por la sangre hacia otros organismos y los huesos. Cuando se ve afectado el cerebro, como en el caso del bebé Hisinawa, los pacientes mueren o padecen serias discapacidades.

Los ensayos de julio serán la primera prueba conceptual de una nueva vacuna preventiva contra la TB para niños en casi 90 años, y será usada como refuerzo de la BCG si tiene éxito.

Importantes compañías de medicamentos y farmacéuticas, como GlaxoSmithKline, Sanofi-Aventis y Crucell, están probando también vacunas contra la TB, aunque hay pocos incentivos para desarrollar una vacuna no rentable.

"La gran parte del mercado está en los países del tercer mundo que podrían no ser capaces de costear una vacuna cara", declaró el doctor Tony Hawkridge, director de la oficina para Africa de la Fundación para la Vacuna contra la TB, Aeras Global.

"Nunca va a ser como el Viagra o uno de esos productos multimillonarios que propulsa a una compañía a las filas de los ricos", explicó.