Actualizado 08/08/2009 18:33

Suiza defiende marca nacional ante avance de imitaciones

Por Emma Thomasson

ZURICH (Reuters/EP) - "Los relojes imitación son para personas que imitan: compre auténtico, compre lo real", dice el eslogan de una campaña de la industria relojera suiza para combatir la pujante demanda de productos no originales durante la recesión mundial.

Suiza sabe que la imitación es la forma más sincera de adulación pero quiere preservar su reputación por producir artículos de calidad, desde relojes a queso, mediante el establecimiento de reglas estrictas sobre el contenido suizo y una campaña más rigurosa contra las falsificaciones.

Defender "lo suizo" promete ser una batalla cuesta arriba más allá de las fronteras de la nación helvética y promocionar productos de primera línea es una estrategia riesgosa en plena recesión, pero Suiza quiere estar lista para la recuperación.

Si uno busca "Hecho en Suiza" en internet encontrará docenas de sitios web que ofrecen réplicas de relojes más baratos que los originales además de afirmaciones de que la mayoría de las imitaciones de fabricación china pueden alcanzar los estándares de calidad de las suizas.

"Somos capaces de ofrecer precios bajos, y puede estar seguro de la cuidada manufactura que se invierte en cada reloj", alardea una compañía con sede en Shenzen, China, que ofrece un Rolex Santos "con las marcas y grabados correctos, replicados hasta el más pequeño detalle" por 449 dólares en lugar de 952 dólares.

Las exportaciones de relojes suizos cayeron un 25 por ciento en los primeros cinco meses del año a 5.000 millones de francos suizos (4.600 millones de dólares), con 2,5 millones de relojes menos venidos que hace un año.

La Federación de la Industria Relojera Suiza estima que cada año se producen más de 40 millones de réplicas de relojes suizos, generando ganancias por alrededor de 1.000 millones de dólares.

"A la gente le siguen gustando las marcas durante una crisis económica pero lamentablemente si no hay suficiente dinero a su disposición, van a comprar imitaciones", dijo Yves Bugmann, director de la división legal de la federación.

La amenaza de los artículos falsificados ha incitado al Gobierno suizo a actuar para tratar de proteger su preciada etiqueta "Hecho en Suiza" y el logo de la cruz suiza blanca sobre rojo, mediante el establecimiento de estrictas normas sobre contenido y producción.

La limpísima imagen de Suiza se ha visto perjudicada por la campaña internacional contra su hermética industria de las finanzas, particularmente su principal banco UBS, acusado de ayudar a evasores de impuestos a ocultar su dinero en cuentas offshore.

No obstante, la imagen de la mayoría de los productos suizos no se ha manchado. Un estudio internacional llevado a cabo por la firma publicitaria McCann Erickson y por la Universidad St. Gallen en el 2008 mostró que los productos suizos son vistos más favorablemente que aquellos de cualquier otro país.

CALIDAD PREMIUM

"La gente está preparada para pagar hasta un 20 por ciento más por ciertos productos de consumo suizos y por bienes de lujo, está preparada para pagar aún más", dijo Felix Addor, subdirector general del Instituto Federal Suizo de Propiedad Intelectual.

"Pero si pagan más y se sienten decepcionados porque el producto no tiene la alta calidad esperada, esto daña la reputación de Suiza", agregó.

Juergen Haeusler, presidente de la consultora de marcas Interbrand para Europa central y del este, dijo que los logros de suizos destacados como el as del tenis Roger Federer y los premiados arquitectos Peter Zumthor y Jacques Herzog han ayudado a la imagen del país.

"La gente piensa en Suiza en términos de calidad, precisión", dijo.

Las principales marcas suizas en el ránking de Interbrand y la revista Business Week incluyen al café Nescafé y a los relojes Rolex, además de USB, si bien el banco cayó varios lugares cuando sufrió pérdidas récord el año pasado y quedó en la mira de una investigación de Estados Unidos por fraude impositivo.

Algunas marcas como Nestlé no promocionan activamente sus raíces suizas, quizás porque estas implican precios altos, pero hay un creciente número de marcas que sí lo hacen. Más de 5.000 marcas usaron la etiqueta suiza en el 2006, contra las 1.500 que lo hicieron en el 2000.

"Lo "Hecho en Suiza" es un bien valioso en la nación helvética y ayuda a la industria suiza a competir a nivel internacional. Más y más marcas corporativas gustan de ser asociadas con la imagen de Suiza, comparado con lo que ocurría 10 años atrás", dijo Haeusler.

Para defender la marca, el Gobierno está planeando leyes que exijan que la parte suiza de los costos de producción represente el 60 por ciento de los productos industriales a ser catalogados como suizos.

La industria relojera se ha propuesto un requerimiento más difícil para sí misma, exigiendo el 80 por ciento de los costos totales de producción en Suiza, sobre el 50 por ciento actual, considerado por muchos demasiado laxo y que permite mucha producción en otras partes.

Bajo la nueva legislación, al menos el 80 por ciento de las materias primas de productos alimenticios deben ser de Suiza y la mayor parte de los costos de procesamiento deben ocurrir en el país.

De modo que el queso suizo no solo tendrá que ser producido en Suiza sino que además deberá usar mayormente leche suiza. La industria de la carne deshidratada está escandalizada porque curar carne en Suiza no será suficiente. Tendrán que utilizarcarne suiza en lugar de argentina.

Los fabricantes de chocolate suizo como Lindt no necesitan preocuparse porque la legislación prevé excepciones para productos como el cacao que no son del lugar y para materias primas que temporalmente no están disponibles, por ejemplo, debido a malas cosechas.

(1 dólar = 1.085 francos suizos)