Actualizado 08/09/2009 16:19

Un tailandés arrepentido tiene 4.600 escorpiones como mascotas

Por Noppawan Bunluesilp

UTTARADIT, Tailandia (Reuters/EP) - Un tailandés tiene más de 4.600 escorpiones como mascotas para expiar los años que pasó cocinando arácnidos para venderlos como aperitivo.

Escorpiones, insectos y gusanos se comen habitualmente en Tailandia, especialmente en las regiones del norte del país.

Pero tras años de servir escorpiones, Suang Puangsri, budista practicante, sintió que había llegado el momento de hacerse amigo de los animales.

"Aunque estaba feliz de tener dinero, sufría por dentro por el daño que les hacía", dijo a Reuters. "Sentí miedo de estar cometiendo un pecado", agregó.

El hombre, de 38 años, ha dejado el piso de abajo de su casa de dos plantas a los escorpiones, que están a sus anchas en un habitáculo de seis metros por cinco decorado con ramas y piedras para que les entre poca luz y calor.

Suang compra hasta un kilo de chicharras y otros insectos a diario para dar de comer a sus mascotas, que lo han picado tantas veces que él asegura que es inmune al veneno.

También pasa al menos una hora al día meditando en el interior del habitáculo, a menudo colocando escorpiones en su boca.

Las mascotas de Suang atraen a algunos turistas hasta la adormecida localidad de Fark Ta, en la provincia norteña de Uttaradit, y ahora se gana la vida vendiendo figuras y tallas de hormigas, ranas, tortugas y budas.

Aunque los 570 dólares al mes que gana están lejos de los 860 que percibía vendiendo escorpiones cocinados, su familia y él están contentos.

"Me siento bien con lo que está haciendo. No me gustaba cuando hacía sufrir a los escorpiones. No tengo miedo de estos escorpiones, pero no me atrevo a tocarlos", dijo la mujer de Suang, Lampoon Pimtoom.

Suang está tan decidido a expiar sus pecados pasados que incluso compra escorpiones a otras personas que quieren venderlos a restaurantes. Cuando tiene demasiados, su hijo y él liberan a varios cientos en la selva.

La fijación de Suang con estos animales no es habitual, pero tampoco es el primer caso en Tailandia.

A principios de este año, una tailandesa entró en los libros de los récords por pasar 33 días y noches con 5.000 escorpiones vivos. Mantuvo a uno de ellos vivo metido en la boca durante 2 minutos y 3 segundos.

(Traducido por Inmaculada Sanz en la Redacción de Madrid; Editado por Lucila Sigal)