Raúl Castro
Raúl Castro - REUTERS / POOL NEW
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   LA HABANA, 18 Abr. (Notimérica) -

   Por primera desde que la Revolución triunfó en 1959, el país va a estar dirigido por alguien que no se apellida Castro. El fin del oficialismo castrista supone un hito histórico que marcará la continuidad del desarrollo de la isla, una tierra que ha permanecido blindada al exterior desde Fidel Castro se hiciera con el poder.

   Si bien el líder comunista permanecerá en el imaginario colectivo como el principal artífice del desarrollo contemporáneo de Cuba, su hermano Raúl --quien heredó el cargo al caer Fidel gravemente enfermo en 2006 y, dos años después, se hizo oficialmente con el poder-- ha sido clave en el mismo proceso.

   Este 18 de abril, Raúl Castro, de 86 años, cederá voluntariamente el mando de jefe de Estado y de Gobierno ejercido durante los últimos 12 años, en los que ha liderado una serie de hechos trascendentales para la isla. Si uno de ellos destaca especialmente es el deshielo de la situación política con Estados Unidos.

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   La VII Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá en el año 2015, primera ocasión en la que la delegación cubana estaba invitada a participar oficialmente, pasará a la historia por el encuentro entre el líder cubano y el presidente de Estados Unidos Barack Obama. A finales de 2014, ambos gobernantes declararon públicamente un acercamiento mutuo medio siglo después de la Guerra Fría.

   Bajo la mediación del Vaticano, las dos naciones reanudaron las relaciones diplomáticas de manera oficial el 20 de julio de 2015 y, como consecuencia, se abrieron nuevamente las respectivas embajadas. Se trató de un gran logro por parte de Raúl Castro, algo sobre lo que su hermano nunca quiso ceder y, aparentemente, tampoco está dispuesto a llevar a cabo el actual presidente estadounidense Donald Trump.

   Las reformas de Raúl Castro han buscado atraer capital extranjero a la isla, así como reforzar las relaciones entre Cuba y el resto de la región. La apertura a la propiedad privada, puesta en marcha en el año 2010, ha estado asimismo acompañada de legislaciones que permiten la compra venta de viviendas y coches por parte de los ciudadanos cubanos desde 2011.

   Si bien dichos mercados continúan creciendo y favoreciendo la economía cubana, las aun fuertes restricciones y el nivel económico de la mayor parte de los cubanos no permite que el desarrollo sea fluido. A ello se suma, además, las problemáticas que atraviesa el mercado venezolano, principal socio económico de la isla.

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   Las negociaciones de la deuda que Cuba tenía con el Club de Paris, congelada desde hace 30 años, han permitido poner de nuevo a la isla en el panorama económico mundial. Este hecho se ve apoyado, además, por la reconstrucción del puerto Mariel --a 45 kilómetros de La Habana--, el que se pretende que sea principal polo industrial del país.

   Sin embargo, son asimismo notables los cambios vienen en el terreno social. Estos han venido implementados de mano de la llegada de Internet y la disposición de visas para la entrada y salida del país. La reforma migratoria impulsada en los últimos años por Raúl Castro ha permitido a cientos de cubanos --salidos de la isla ilegalmente antes de 2013-- retornar a la isla temporalmente, así como la salida legal de los ciudadanos cubanos sin la pérdida de su residencia y sus bienes.

   Internet ha llegado asimismo a las plazas y calles de Cuba cambiando la dinámica social del país, así como la laboral. La comunicación con el resto del mundo y la posibilidad de conocer más allá del mar supondrá la regeneración social y, por ende, llevará previsiblemente a un cambio en lo hasta el momento visto en la isla.

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