Actualizado 30/03/2017 21:55

La tragedia de la anorexia, 10 años de la muerte de la top model brasileña Ana Carolina Reston

   SÃO PAULO (BRASIL), 15 Nov. (Notimérica) -

   Hace diez años la anorexia acabó con la vida de la top model brasileña Ana Carolina Reston, de tan solo 21 años. Se cuestiona que la joven, fallecida el 15 de noviembre de 2006, pudiera morir a causa de una dieta basada solamente en manzanas y tomates.

   Antes de morir, Reston fue hospitalizada debido a una defunción renal, pesando tan sólo 39 kilogramos y midiendo 1,72 metros. La modelo recibía un tratamiento por anorexia, pero una de las principales agencias con las que trabajaba, L'Equipe, aseguró que "ella no tenía ni idea de que estaba enferma".

   "Nosotros no forzamos a nuestros profesionales a estar muy delgados. Aquellos que son delgados por naturaleza trabajan en el mundo de la moda y aquellos que no lo son están destinados a trabajar en publicidad", explicaron desde L'Equipe.

   La agencia confirmó que mientras Reston permanecía hospitalizada, un trabajador de L'Equipe la visitaba frecuentemente ya que los médicos estaban muy preocupados por los fuertes dolores renales que la modelo sufría.

   En un comunicado, L'Equipe remarcó que la filosofía de la agencia siempre se ha basado en la salud de sus profesionales, ofreciéndoles dietas y actividades físicas. Sin embargo, estos mostraron su preocupación y reiteraron sus disculpas por lo sucedido a la familia de Ana Carolina Reston, a quien "en estos malos momentos, no hemos dejado de ayudar", expresaron desde la agencia.

   La muerte de la top model brasileña incrementó las críticas a las modelos con bajo peso, un problema que se agravó en Iberoamérica con la muerte de Reston y previamente con el fallecimiento de la modelo uruguaya Luisel Ramos el 2 de agosto de 2006, por un fallo cardíaco durante la semana de la moda de Montevideo.

ESTABA "DEMASIADO GORDA"

   Ana Carolina Reston nació a unos 50 kilómetros de la ciudad brasileña de São Paulo. Se inició en el mundo de la moda tras ganar un concurso en el que fue descubierta por un observador de una agencia de modelos que le ofreció su primer contrato como modelo con tan solo 13 años.

   Su primer viaje al extranjero fue a Guangzhou (China), donde los representante le dijeron que estaba demasiado gorda. A partir de este momento y durante sus demás trabajos como modelo en Brasil, Francia y Japón, la obsesión por no engordar se convirtió en enfermedad.

   Midiendo 1,72 metros, Reston pesaba 46 kilogramos, peso que continuó disminuyendo gracias a unas píldoras que lo redujeron a tan solo 42 kilogramos. Llegados a este punto, la top model brasileña realizó un tratamiento psicológico y recuperó algo de peso. Sin embargo, el tratamiento no fue definitivo y la anorexia persistió.

   El 25 de octubre de 2006, Reston ingresó en un sanatorio con un cuadro de insuficiencia renal. Como resultado de la anorexia nerviosa, su presión sanguínea se encontraba en niveles peligrosamente bajos, lo que le produjo complicaciones para respirar, provocándole finalmente una sepsis, una infección generalizada que acabó con su vida el 15 de noviembre de 2006.