Publicado 09/04/2018 21:10

Tres de cada cuatro ciudadanos de Latinoamérica confía "poco o nada" en su gobierno

Frontera de Colombia con Venezuela
REUTERS / JAIME SALDARRIAGA - Archivo

   BRUSELAS, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Tres de cada cuatro ciudadanos de América Latina tienen "poca o ninguna confianza en sus gobiernos", frente al 55 por ciento en 2010, mientras que un 80 por ciento considera que la corrupción está extendida en las instituciones públicas -en comparación con el 67 por ciento hace ocho años- por lo que esta situación pone en riesgo la cohesión y debilita el contrato social, según el informe 'Repensando las instituciones para el desarrollo' presentado este lunes en Bruselas.

   "Es necesario reconectar a las instituciones con los ciudadanos, respondiendo de mejor manera a sus demandas y aspiraciones, para fortalecer un modelo de crecimiento inclusivo y sostenible en América Latina y el Caribe", asegura el estudio anual elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

   El informe destaca que la inversión en instituciones sólidas y la profundización en la integración de estos países en la economía mundial pueden contribuir a superar la llamada 'trampa del ingreso medio' -la desaceleración del crecimiento que tiene lugar después de alcanzar niveles de renta media- en la que se encuentran actualmente la mayoría de las economías de la región.

   A pesar de que las estimaciones del estudio apuntan a que el Producto Interior Bruto (PIB) de la región crecerá entre un 2 y un 2,5 por ciento en 2018, tras un crecimiento del 1,3 por ciento en 2017, "el debilitamiento del desempeño económico de la región en los últimos años ha tenido un impacto en los niveles de vida y podría poner en peligro el notable progreso socioeconómico de las décadas anteriores".

   Asimismo, el crecimiento que registran actualmente los países de América Latina y el Caribe es menos intenso que el vivido por la región durante la fase expansiva de la década del 2000 en la cual la clase media llegó a representar al 34,5 por ciento de la población en 2015 frente al 21 por ciento de 2001.

   El estudio subraya que la proporción de la población satisfecha con los servicios de salud cayó del 57 por ciento en 2006 al 41 por ciento en 2016, ubicándose muy por debajo de los niveles de la OCDE -cercanos al 70 por ciento- una situación que unida a la caída en los niveles de satisfacción con el sistema educativo (del 63 al 53 por ciento) "contribuye al descontento social y a la poca disposición de los ciudadanos a pagar impuestos".

   Por ello es necesario repensar las instituciones en la región y aumentar la productividad a través de la inversión en infraestructuras y tecnología, la diversificación de la economía y su integración regional y mundial, según asegura el informe, que también incide en la necesidad de reforzar la capacidad de los Estados para luchar contra la corrupción y mejorar las prácticas de recaudación de impuestos.

   "El uso de nuevas tecnologías para fomentar la innovación en el sector público puede ayudar a reconectar el Estado con los ciudadanos y a prepararse a los desafíos futuros", dice el estudio, que aboga por construir una nueva relación entre el Estado, los ciudadanos y el mercado con el fin de potenciar el crecimiento inclusivo y mejorar las condiciones socioeconómicas en la región.