MÉXICO DF, 21 Oct. (Notimérica) -
Las escarpadas montañas del Triángulo Dorado han ocultado a 'El Chapo' Guzmán durante las últimas semanas. El lugar, reino del narco y santuario del cultivo de la amapola, se encuentra en el noroeste del país, entre los estados de Chiguagua, Sinaloa y Durango, y es precisamente esta región la que vio nacer al hombre que se acabaría convirtiendo en uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo, Joaquín Guzmán Lorea.
Algunas de las batallas más sangrientas entre los cárteles de la droga se han producido en el Triángulo Dorado, el que es considerado la milla de oro para el narcotráfico, ya que en él se produce la mayor parte de la heroína que se fabrica en México.
Hasta diez cárteles de la droga tienen presencia en este territorio, pero ninguno ha llegado a alcanzar el poder de la organización que lidera 'El Chapo', que ha logrado imponerse en la región, tras ganar cruentas guerras contra el cártel de Juárez y la organización de los hermanos Bletrán Leyva, aliados de Guzmán hasta 2010.
La amapola es la seña de identidad de este territorio, donde las bandas dedicadas al narcotráfico llegan a sembrar 50 toneladas al año de este cultivo. Y aunque el Ejército mexicano haga público de forma reiterada que ha conseguido destruir varias hectáreas de esta producción, la cantidad suele ser insignificante en comparación a la cantidad de amapolas que los cárteles poseen en la zona.
En una región pobre y dominada por la miseria, el narcotráfico encuentra en sus habitantes sus mejores aliados. El miedo que les imponen los convierte en perfectos cómplices y su necesidad de supervivencia hace impensable que puedan negarse a cultivar amapola, por las que las bandas les pagan una media de 9 dólares al día. Una cantidad irrisoria si se compara con los 71.000 dólares que se llegan a pagar en Estados Unidos por un kilo de heroína.
Esta agreste y paupérrima región no solo ha visto nacer a 'El Chapo', también es el lugar de procedencia de otros históricos lideres de cárteles mexicanos como Ismael Zambada García, El Mayo, los hermanos Beltrán Leyva, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Aguilar y Miguel Ángel Félix Gallardo, entre otros.
Una región, en la que numerosas poblaciones no tienen ni luz, ni agua corriente, y que ha permitido al narcotráfico erigir su gran emporio, sin inmutarse ante los intentos de parar la actividad ilícita del Gobierno mexicano, que tiene un batallón del Ejército desplazado permanentemente en la zona.