Actualizado 18/08/2008 17:22

UE.- ACNUR duda de que la directiva europea de retorno frene los movimientos migratorios

La ex primera ministra de Canadá critica que cuando hay dificultades económicas se busque en los inmigrantes "a alguien a quien culpar"


SANTANDER, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

El jefe de la Unidad de Evaluación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Jeff Crisp, cuestionó hoy que la directiva de la Unión Europea (UE) sobre el retorno de los inmigrantes llegue a aplicarse y que, si se aprobara, contribuya a limitar o frenar los movimientos migratorios hacia el continente.

Crisp realizó estas reflexiones en rueda de prensa, con motivo de su participación en el encuentro 'Globalización, migración internacional y desarrollo', organizado por el Club de Madrid dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), junto a la ex primera ministra de Canadá, Kim Campbell, y el rector de esta institución, Salvador Ordóñez.

El representante de ACNUR incidió en los motivos que "fuerzan" a las personas a desplazarse desde sus países, como la pobreza o los desastres naturales, que, frente a las amenazas de deportación del país de acogida, no son considerados como riesgos.

Explicó que, aunque en algunos de esos países se produce crecimiento económico, en realidad se da el fenómeno del "crecimiento sin puestos de trabajo". Así, en países como Sudán hay industrias como el petróleo y riquezas como el oro que generan un crecimiento macroeconómico que, sin embargo, no se traduce en el aumento de puestos de trabajo para sus habitantes.

Por su parte, la ex primera ministra de Canadá y miembro del Club de Madrid señaló que el objetivo de esta directiva tiende a "controlar" los movimientos de entrada en el territorio de la UE.

Al respecto, Crisp enfatizó que mientras el fenómeno de la globalización facilita más la circulación de mercancías, capitales e información, no se da la misma situación para las personas. Una de las consecuencias, indicó Campbell, es que en países democráticos acaban viviendo personas "que no pueden disfrutar de esos derechos".

Y en relación con la inmigración en el territorio de la Unión, lamentó que "progresivamente" se han creado "más barreras" para la entrada y ha aumentado la vigilancia de las fronteras.

En este sentido, Campbell abogó por políticas que ayuden a que los inmigrantes acaben luego desarrollando proyectos en sus países de origen, si bien resaltó que, en ocasiones, las personas que han emigrado acaban por tener valores "europeos" y, de hecho, "pueden contribuir a una sociedad más europea".

INTEGRACIÓN

Además, el representante de ACNUR se refirió al problema añadido de los inmigrantes que retornan para manejar sus divisas debido a las dificultades de un marco legal que abogó por reformar.

Crisp elogió las políticas de integración de los inmigrantes puestas en práctica en Canadá, de las que su ex primera ministra relató que no se adoptaron en un proceso "automático", sino que fueron fruto de un producto de años.

También indicó que en el momento actual, resultan más difícil debido a que la población es "más diversa" y llegan culturas "más divergentes", aunque opinó que esta tendencia supone "un reto y una oportunidad".

La ex primera ministra aseveró que en Europa, sobre todo a partir de los atentados del 11 de septiembre, se es "más consciente" del colectivo de inmigrantes musulmanes, y de otras culturas en las que en ocasiones se perciben "valores preocupantes".

Por su parte, Crisp detalló que la integración debe trabajarse en el nivel local, que es el más cercano; en el estatal, con normas regulatorias; y en el regional, como es el caso de la Unión Europea.

En este sentido, reclamó "coherencia" en las políticas dentro de los mismos países, donde, resaltó, se han llegado a seguir políticas diferentes e incluso "contrarias" relacionadas con la inmigración por ministerios distintos dentro de un mismo Gobierno.

"ALGUIEN A QUIEN CULPAR"

"Cuando nos encontramos en situaciones económicas difíciles, se busca alguien a quien culpar", lamentó la ex primera ministra de Canadá. Así, puso como ejemplo de esta actitud las alusiones a los efectos de la llegada de fontaneros procedentes de Polonia a países europeos, y que han sido objeto de debate público en distintos países de la UE.

Frente a esto, instó a los gobiernos a "trabajar en políticas que solucionen esta situación", mientras que el representante de ACNUR, reprochó a los políticos la utilización de las críticas a la inmigración en las épocas electorales, al tratarse de un tema "sensible" del que esperan obtener votos.

Además, recriminó lo que denominó "doble hipocresía" en los países que experimentan el fenómeno de la inmigración. Así, se refirió a que en los países de acogida se critica la llegada de personas de otras naciones mientras se admite la necesidad de más mano de obra ante la disminución de la natalidad, y también que en los países de origen se lamenta la salida de población sin adoptar medidas que lo impidan.

Por tanto, Crisp abogó por una "gobernanza global" en materia de inmigración que sepa "maximizar las ventajas" y "minimizar los riesgos" de este fenómeno, a la vez que reclamó un debate público menos "polarizado" que Campbell optó por llevar al terreno de las políticas concretas en lugar de centrarlo en las ideologías.