Actualizado 30/03/2017 06:11

UNICEF insta a América Latina a dar mayor visibilidad a la desigualdad de género

   MONTEVIDEO, 27 Oct. (Notimérica) -

Los estados latinoamericanos deben dar mayor visibilidad a las desigualdades que diariamente "excluyen, humillan y matan" a niñas, adolescentes y mujeres, pidió este martes la directora regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para América Latina y Caribe, María Cristina Perceval, en su intervención durante la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que se celebra esta semana en Montevideo (Uruguay) y es organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

   Para Perceval "la democracia real no sólo se conquista votando, sino también siendo libres de toda violencia" y recordó que, desde UNICEF "estamos atentas y en alerta para que los derechos conquistados por las mujeres, las niñas y las adolescentes de la región no sean secuestrados ni cercenados". "Seremos activistas de la igualdad", aseguró.

   En este sentido, la directora regional reclamó a los diferentes estados que "se rompa el silencio estadístico" que, según explicó, "declara invisible todo aquello que no se quiere ver", especialmente lo relacionado con las mujeres y las niñas indígenas, afrodescendientes, discapacitadas o con orientación sexual e identidad de género".

   "Reclamamos que los estados rompan con las brechas de información, abran sus puertas y digan claramente lo que pasa, lo que humilla y lo que degrada", añadió.

   Perceval indicó que América Latina y el Caribe, una región habitada por 195 millones de niñas y niños de los cuales 69 millones viven en pobreza, sigue siendo la más desigual del planeta y que dicha desigualdad, al margen del plano económico, es sinónimo de "humillación" para muchas niñas, adolescentes y mujeres.

   De esta manera, prosiguió, las niñas y adolescentes "enfrentan ocho obstáculos principales y consecuencias intergeneracionales de las desigualdades de género para una transición hacia la adultez saludable, participativa y en la cual sus derechos son protegidos y promovidos", tales como la pobreza multidimensional, la restricción de sus derechos sexuales y reproductivos, la falta de un abordaje de su salud integral, las uniones tempranas, las migraciones forzadas, las transiciones entre la escuela primaria y secundaria, la violencia sexual y de género, y pocas oportunidades para su participación en la construcción de sus comunidades.

"Hay que poner la igualdad de género en el centro del desarrollo sostenible, porque la desigualdad no es inevitable", aseguró.

   Estos obstáculos, además, tienden a perpetuarse, según Perceval, debido a "las brechas de información sobre la situación diversa de las niñas en América Latina y el Caribe, la inadecuación de las respuestas de las políticas públicas indiferentes al género y niñez, y la naturalización de normas de género que perpetúan desigualdades de poder".

EL EMBARAZO ADOLESCENTE

   Perceval se refirió también a otro de los asuntos que más preocupan en UNICEF, como es el embarazo adolescente donde la región registra la segunda tasa más alta del mundo.

   En este sentido, la directora regional de UNICEF aseguró que la relación entre el embarazo durante la adolescencia y la violencia sexual "es conocida", pero "seguimos con una capa de silencio e impunidad en cuanto a los delitos sexuales contra las niñas".

   Perceval también dedicó una parte de su intervención a poner sobre la mesa la falta de avance en otro asunto preocupante como las uniones tempranas. Sobre este tema explicó que si bien no se ha observado un aumento en las últimas décadas, las uniones formalizadas por matrimonio o no, tampoco han disminuido. Es decir, "no somos peores que hace 10 años, pero tampoco somos mejores", indicó.

   Finalmente enfatizó su preocupación ante cifras tan alarmantes como que uno de cada cuatro asesinatos de niños, niñas y adolescentes que se cometen en el mundo, ocurre en América Latina y el Caribe.

   Ante este panorama, la directora regional aseguró que "transformar el presente de las niñas y adolescentes en la región para garantizar su reconocimiento como ciudadanas y cimentar la igualdad de género no sólo como condición de posibilidad y horizonte del desarrollo sostenible, sino de la vida misma, es el imperativo de nuestro tiempo".