Actualizado 10/09/2007 15:17

Uruguay.- RAPAL denuncia las condiciones laborales y sanitarias de los viveros de eucalipto de la empresa Botnia


MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAPAL) en Uruguay acaba de hacer público un Informe en el que denuncia las condiciones laborales y el uso de sustancias tóxicas en las plantaciones de eucaliptos que tiene en el país la empresa papelera finlandesa Botnia.

Según RAPAL, que publica su informe completo en la página web 'www.guayubira.org.uy/trabajo/viveros.html' bajo el epígrafe 'Condiciones de trabajo y uso de agrotóxicos en viveros forestales', la situación en las plantas de Botnia no son "ambientalmente apropiadas, socialmente beneficiosas y económicamente viables".

En un primer lugar, el documento asegura que "la gran mayoría de los trabajadores son tercerizados y que el sistema de subcontratación adoptado resulta perjudicial para sus intereses". Además, "los contratados padecen inamovilidad funcional" --ya que "por más años que trabajen, nunca lograrán subir de escalafón"-- e inseguridad laboral.

En el caso del empleo femenino, el Informe constata que, aunque "las mujeres ocupan un porcentaje importante, la mayoría sólo puede desempeñarse como peones comunes, pese a realizar tareas especializadas tales como la clonación de eucaliptos".

En el capítulo salarial, RAPAL reconoce que "la remuneración es algo superior a la de otros empleos disponibles a nivel local" aunque esto no quiere decir que "los salarios sean buenos, puesto que, según los trabajadores, apenas dan para sobrevivir y deben estar largas horas fuera del hogar".

Respecto a las condiciones sanitarias, los trabajadores denuncian que "las temperaturas en los viveros son superiores a los 40 grados". Además, los empleados suelen sufrir alergias en la piel, ojos e hipertensión, y no tienen derecho a revisiones médicas.

En cuanto a los agrotóxicos, es habitual es uso del funguicida 'Captan', una sustancia prohibida en Finlandia en el año 2001 y calificada como "cancerígeno" por el gobierno del Estado de California, ya que contamina el suelo y aguas subterráneas, es altamente tóxico para la flora y fauna local.