Actualizado 09/10/2006 21:06

Uruguay.- Responsables de microcréditos en Uruguay destacan la solidaridad y la cooperación de la sociedad catalana


BARCELONA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El director regional de Sudamérica de la cooperativa de microcrédito, Oikocredit, Leonel Rolan, subrayó hoy la "excelente respuesta" de las asociaciones cooperantes así como la gran solidaridad de la sociedad catalana.

En su visita a Barcelona, el responsable de Oikocredit Uruguay agradeció a las asociaciones de apoyo y a las iglesias que colaboran con la llamada 'banca ética' a la vez que rindió cuentas sobre el dinero invertido en los diferentes proyectos que están en marcha.

La cooperativa de microfinanzas nació en Holanda hace más de 30 años y tiene como objetivo captar el ahorro en los países desarrollados para invertirlos en proyectos de de cooperación en países del tercer mundo. Su particularidad es la descentralización en la gestión sobre el terreno y su transparencia.

En una entrevista a Europa Press, Leonel Rolan explicó que la entidad realiza estudios de factibilidad y brinda créditos a proyectos que no tienen posibilidades de acceder a las vías tradicionales de crédito. Dichos créditos van dirigidos a pequeños productores "sobre todo a cooperativas dónde los beneficios siempre están más repartidos".

Los receptores de los fondos "valoran mucho la oportunidad que se les abre y por eso los niveles de morosidad son bajísimos" señaló Rolan. La entidad trabaja con profesionales y cooperantes de diversas ONGs que trabajan in situ con la gente de menores recursos.

Leonel Rolan indicó que "la rentabilidad de las operaciones es baja", alrededor del 2% pero aclaró que "lo principal es el retorno social" de dichas inversiones.

La dirección regional de Sudamérica tiene su sede en Montevideo, desde donde coordina las distintas acciones de la entidad en Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Añadió que la presencia de esta "banca de los pobres" también ha llegado a Colombia y Venezuela aunque la misma es aún modesta.

En el año 2005, Oikocredit, que recibe inversiones del Consejo Mundial de Iglesias, aprobó proyectos por más de 90 millones de euros en todo el mundo. En Catalunya se creó una asociación de apoyo en 2001 y desde entonces se han recaudado 4,25 millones de euros.