Actualizado 17/06/2009 23:16

Vaticano advierte a tradicionalistas no ordenar sacerdotes

Por Philip Pullella

CIUDAD DEL VATICANO (Reuters/EP) - El Vaticano advirtió a un sector ultratradicionalista el miércoles que no siga adelante con sus planes de ordenar nuevos sacerdotes el próximo mes, diciendo que una decisión así podría provocar una acción disciplinaria.

La Sociedad de San Pío X (SSPX), que cobró notoriedad por contar entre sus filas con un obispo que niega el Holocausto entre los cuatro miembros que fueron readmitidos por la Iglesia Católica Romana, planea ordenar a 21 curas en tres países el 19 y 27 de junio.

Pese al complejo acercamiento entre la SSPX y el Vaticano, un comunicado señaló que si los ordenamientos siguen adelante, "de todos modos van a ser considerados ilegítimos".

El documento citó una carta del Papa Benedicto XVI de marzo en la cual explicó su decisión de levantar las excomuniones de cuatro obispos tradicionalistas e iniciar el diálogo con el fin de integrar a los rebeldes.

Pero el comunicado agregó que las preguntas disciplinarias con respecto a la SSPX "seguían abiertas", en una clara señal de que si los ordenamientos siguen adelante habrá repercusiones en las negociaciones.

La SSPX planea realizar los ordenamientos de los curas tradicionalistas en Alemania, Suiza y Estados Unidos.

El Padre Yves Le Roux, rector del seminario Santo Tomás de Aquino en Winona, Minnesota, dijo que se iba a concretar el ordenamiento de 13 curas pese a la advertencia del Vaticano.

"Absolutamente. Lo vamos a hacer", dijo a Reuters por teléfono. "Esto es algo que el Vaticano siente que tiene que decir. Es una declaración política, pero la realidad es totalmente diferente".

Obispos católicos habían instado al Vaticano a advertir a la SSPX que no avance con los ordenamientos, un plan que consideran como su último intento de desafiar la autoridad del Vaticano.

El Vaticano ha hecho varias concesiones a la SSPX, entre las cuales la mayor fue levantar en enero las excomuniones, revirtiendo una decisión tomada en 1988 cuando los cuatro obispos fueron ordenados sin el permiso de Juan Pablo II.