BRICCO MARMORITO (ITALIA), 15 Mar. (Reuters/EP) -
La familia italiana del Papa Francisco celebró brindando con vino su elección como Pontífice el pasado miércoles. Sus familiares no podían creerse que el nombre que estaban anunciando desde el balcón de San Pedro como el del nuevo Papa fuese el de su primo lejano Jorge Mario Bergoglio. Ahora esperan poder celebrar una reunión familiar y darle la enhorabuena en persona.
"Cuando nos enteramos de la noticia nos sorprendió realmente porque nunca pensó que podría llegar a ser Papa", dijo Anna Bergoglio, una prima lejana de Francisco, en el jardín de su casa en la provincia de Asti, conocida por sus vinos espumosos.
Su hija Roberta fue uno de los pocos miembros de la familia que confiaba en que su pariente podría convertirse en el máximo representante de la Iglesia Católica en el mundo.
"El viernes pasado estábamos mirando una fotografía de él y mi hija me dijo: 'Mamá, ¿crees que podría ser el Papa Bergoglio? Y me dijo: 'Espero que sí'", recuerda Anna Bergoglio.
El bisabuelo del papa argentino compró una casa de campo en 1864 en Bricco Marmorito, que se encuentra a la sombra de los Alpes, en una región productora de vino en el noroeste de Italia, a unos 700 kilómetros del Vaticano. En esa localidad residen aún algunos familiares del nuevo Pontífice que habla con fluidez italiano. Bergoglio padre emigró en la década de 1920 a Argentina en busca de una vida mejor.
Según explicaron sus primos italianos, el padre del Papa trabajaba para el ferrocarril, mientras que su abuelo tenía una tienda de alimentos en la cercana ciudad de Asti. "Venía de una familia humilde y es un hombre bueno", dijeron los Bergoglio italianos quienes han expresado su deseo de ir al Vaticano para visitarle.
Otro de los primos del Pontífice, Delmo Bergoglio es el último agricultor que queda en Brignolo Barolo, un pueblo que visitó el Papa Francisco hace unos diez años.
La casa familiar del Papa se encuentra ubicada en la cima de una colina y es ahora propiedad de Giuseppe Quattrocchio, que la compró hace 20 años. Según afirma, en una ocasión su familia italiana tomó fotos de la vivienda para enviárselas a Argentina.