BOGOTÁ, 27 Feb. (Colprensa/Notimérica) -
El puente Internacional Francisco de Paula Santander, ha sido el testigo del cruce de vehículos colombianos después de seis meses desde que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decidiera cerrar la frontera con Colombia.
El cónsul de Venezuela en Cúcuta, Sergio Arias, acompañado de autoridades de Colombia y migración Venezuela, verifican el censo de vehículos que serán trasladados hacia Ureña, Venezuela.
En el lugar hay agrupados cerca de 300 vehículos que esperan poder cruzar al país vecino. Las autoridades han manifestado que quienes no figuren en el censo no podrán pasar, pero algunos conductores guardan la esperanza de poder cruzar la frontera con sus vehículos venezolanos.
El viernes pasado, el gobernador del Táchira anunció que se abriría la frontera entre Colombia y Venezuela a través del puente Francisco de Paula Santander, pero solo se permitiría el paso de camiones vacíos, pertenecientes a colombianos que están en Venezuela, y de venezolanos que se encuentran en Colombia.
El delegado de la Cancillería colombiana, Víctor Bautista, manifestó que a partir de la 13.00 (hora local) hasta las 18.00 (hora local) se habilitará el paso de los vehículos que quedaron atrapados en Cúcuta y Venezuela.
Explicó que del lado de Venezuela hacía Colombia, se tiene un censo de 250 vehículos entre los de carga y particulares, mientras que del lado de Cúcuta hacia Ureña es de 300.
Bautista aclaró que no se permitirá el paso de mercancía ni se han reactivado las importaciones y exportaciones por parte de las dos zonas.
El paso de vehículos se cumplirá en simultánea con los puestos fronterizo de Paraguachón y Arauca.
CRISIS FRONTERIZA
La crisis bilateral estalló el 19 de agosto cuando militares venezolanos fueron atacados por supuestos paramilitares colombianos en la frontera común, llevando al Gobierno de Nicolás Maduro a ordenar un cierre de la línea limítrofe.
Miles de colombianos han sido deportados y otros tantos que vivían de manera legal en Venezuela han decidido volver voluntariamente a su país de origen debido al acoso que --según denuncian-- sufren ahora en la nación vecina.
El Palacio de Miraflores ha explicado que se trata de una campaña contra la infiltración de organizaciones criminales colombianas en Venezuela y ha reclamado a su vecino mayor colaboración para luchar contra los delitos fronterizos.