Actualizado 07/07/2011 20:18

Venezuela.- Líderes de El Rodeo II tienen en su poder un ejército de 130 presos y un arsenal de guerra

Atesoran además una fortuna de 1,18 millones de euros


CARACAS, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los líderes de las mafias que desde hace veinte días tienen tomada parte de las instalaciones de la prisión venezolana de El Rodeo II comandan un ejército de 130 reclusos fuertemente armados, según denuncian exautoridades de esa cárcel y algunos internos que han sido liberados.

Los cabecillas de las bandas --también llamado "pranes"-- han sido identificados como Yoifre Ruíz, alias 'Yoifre'; y Yorvis López, 'Oriente', y desde el pasado 17 de junio se mantienen atrincherados en un sector de El Rodeo II conocido como "la torre". Como rehenes tendrían a unos 1.200 presos, de acuerdo a las informaciones del Ministerio de Interior y Justicia de Venezuela.

'Yoifre' y 'Oriente' tienen a su cargo a unos 130 privados de libertad que componen el llamado "ejército armado de luceros" con el que han podido protegerse de los ataques de la Guardia Nacional Bolivariana que desde hace tres semanas intenta intervenir sin éxito ese penal, situado en el estado de Miranda (centro-norte), a 30 kilómetros de Caracas. También impiden la salida de los reos secuestrados.

Las versiones han sido confirmadas por antiguos reclusos y por el exdirector de El Rodeo II, Luis Aranguren Castillo, detenido recientemente por tráfico de drogas y armas dentro de esa prisión. Según confesó ante el Tribunal Segundo de Control de Miranda, en varias oportunidades habría tenido reuniones con este grupo de presos armados.

"Yo siempre me reuní con ellos, eran 130 personas y no podía haber más nadie; sólo se nombra a dos 'pranes' porque son dos los que hablan, pero son 130. Todos se tienen que ir cuando ellos dos van a hablar", dijo Aranguren según un testigo que estuvo en la audiencia realizada el pasado 27 de junio, revela el diario local 'Últimas Noticias'.

Un panorama similar describió el capitán Gamalier Camargo, exjefe de seguridad de El Rodeo II, también detenido por los mismos cargos que Aranguren. "En El Rodeo, dentro de la población penal, existe un submundo donde hay jerarquías, normas y obligaciones" y cuando "llegan todo ese poco de señores armados (los líderes) todo el mundo se esconde, para ellos es un pecado estar cerca", afirmó en su comparecencia.

TIENEN UN ARSENAL

El "ejército armado de luceros" es pieza fundamental para los "pranes" que no sólo controlan el penal, sino también una fortuna de 1,7 millones de dólares (1,18 millones de euros). Pero su punto fuerte es el armamento que tienen en su poder.

Según revela el rotativo, el arsenal de los líderes de El Rodeo II incluye 25 fusiles R15, dos rifles con mira telescópica, 200 pistolas nueve milímetros y dos ametralladoras .50. Además tienen una cantidad no precisada de droga y un catálogo de mujeres que ofrecen servicios sexuales.

Unas siete personas han sido detenidas hasta la fecha por su implicación en el tráfico de armas y drogas al penal, entre los que figuran Aranguren y el capitán Camargo.

El armamento habría sido adquirido pagando sobornos a efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y funcionarios de la prisión. El dinero lo obtienen del cobro de la "causa", una especie de impuesto revolucionario que deben pagar semanalmente los reos para evitar ser blanco de las agresiones de los "pranes".

BLOQUEADOS LOS ACCESOS

El recinto carcelario se compone de dos secciones que albergaban en conjunto unos 4.600 reos. La crisis comenzó el pasado 12 de junio cuando un grupo de presos inició un motín por el control del penal. Cinco días después unos 5.000 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana intervinieron la cárcel, pero sólo lograron mitigar la ola de violencia en El Rodeo I.

En cambio, la intervención de El Rodeo II ha sido un fracaso a pesar de los intentos de los uniformados por llegar a "la torre", donde estarían atrincherados 'Yoifre' y 'Oriente', junto a su "ejército armado de luceros" y al millar de reos secuestrados. Sin embargo, esta versión ha sido desmentida por los internos en una carta enviada al presidente venezolano, Hugo Chávez.

"Sr. Presidente nuestro planteamiento es que cese el fuego. Es falso que 'Yoifre' y 'Oriente' son los que mantienen a la población penal secuestrada. Es el ministro de Interior (Tarek El Aissami) quien nos tiene acorralados", reza la misiva divulgada esta semana.

Según las últimas informaciones, los líderes optaron por bloquear las puertas de acceso a la zona donde están atrincherados para impedir el acceso de funcionarios del Ministerio de Interior y Justicia y de la Guardia Nacional Bolivariana, y para evitar más fugas de internos.

Unos 2.500 presos fueron trasladados hace tres semanas a otras presiones en un intento por calmar la situación en esa cárcel. En El Rodeo I quedan ahora 863 internos, mientras que El Rodeo II habrían unos 1.200 reclusos atrincherados. Otros cien reclusos estarían escondidos en una zona conocida como "los trabajadores", en rebeldía contra los "pranes", destaca 'Últimas Noticias' citando fuentes extraoficiales.

Se estima que el número de muertos desde que estalló la crisis en El Rodeo I y II supera la treintena, pero los familiares afirman que la cifra podría ser aún mayor ya que todavía no se conoce el paradero de algunos internos que no figuran en los listados de los 2.500 reos que fueron reubicados ni en las listas de los que aún permanecen en ese recinto judicial.

Supuestos "pranes" colgaron hace unos días en Internet un vídeo en el que denuncian la supuesta "masacre" de la Guardia Nacional Bolivariana dentro de El Rodeo, la cual habría dejado "más de 160" presos abatidos.

Desde el pasado 17 de junio, han muerto en supuestos enfrentamientos con uniformados un total de ocho internos. El último cadáver fue retirado el miércoles, cuatro días después de haber fallecido, informan medios locales.

Las familias han pedido la intervención directa de Chávez, mientras continúan con las acciones de protesta que han implicado el cierre de importantes calles así como manifestaciones en importantes lugares públicos, las cuales han sido reprimidas por la Guardia Nacional Bolivariana, de acuerdo a la denuncia de las propias víctimas.