Actualizado 11/05/2018 08:25

La vida en España de Adolfo Scilingo, uno de los responsables de los vuelos de la muerte argentinos

Former Argentine Navy Captain Adolfo Scilingo listens to a witness testify at th
Former Argentine Navy Captain Adolfo Scilingo listens to a witness testify at th - REUTERS / POOL NEW

   BUENOS AIRES, 10 May. (Notimérica) 

   El excapitán del Ejército argentino Aldolfo Scilingo, uno de los responsables de los vuelos de la muerte durante la dictadura cívico militar de 1976, disfruta de los pocos días de libertad que tiene al año en un pequeño pueblo cercano a Madrid.

   Scilingo, que actualmente tiene 71 años, fue condenado por la Justicia española a 1.084 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, sin embargo, finalmente se estableció que su pena efectiva fuera de 30 años.

   El capitán fue el responsable de la muerte de 30 personas al arrojarlas desde un avión, y fue declarado culpable de los delitos de homicidio, detención ilegal y tortura.

   El argentino cumple su sentencia en la cárcel de Alcalá de Henares, un pueblo cercano a Madrid, pero, al estar clasificado en el segundo grado penitenciario tiene derecho a disfrutar de 36 días de libertad al año, aunque no puede disponer de más de siete días seguidos.

   Fue en una de estas salidas realizadas por Scilingo cuando el periodista español del medio 'Vozpópuli' Alejandro Requeijo pudo localizarlo. El excapitán pudo ser fotografiado en un pueblo a las afueras de Madrid y, al parecer, fue reconocido por algunas familias argentinas que viven en esta localidad, en la que residen también su esposa, su hija y algunos de sus nietos.

   En este pueblo de la sierra madrileña del cual no se revela el nombre, Scilingo y su familia residen en una modesta vivienda, que forma parte de un edificio de color rojizo ubicado sobre un supermercado y varios negocios locales.

   "Cuando sale del centro penitenciario acude a su modesta casa de color rojizo. No participa de la vida del pueblo que en esta primavera empieza a arremolinarse en las terrazas de la cafetería. Vive como un fantasma, recluido sin apenas dejarse ver y a los pocos días regresa a la cárcel hasta su próximo permiso", explican desde 'Vozpópuli'.

   El propio Scilingo confesó sus crímenes en una entrevista televisiva que concedió en el año 1996. En esa entrevista, el excapitán de la Armada argentina explicó cómo se elegía a los distintos oficiales que tendrían que hacerse cargo los de los vuelos de la muerte y confesó su participación en dos de esos vuelos, en los que se arrojaron al mar a 13 y 17 personas, respectivamente.