Miguel Ferrari en la entrega de los Goya
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MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Emocionado, nervioso y contagiando de alegría al público se levantaba de su asiento Miguel Ferrari para recoger el primer Goya que recibe el cineasta y el primero también que la Academia española otorga a un largometraje venezolano. Un galardón que era un reconocimiento al equipo de esta cinta que quiso ponerle "voz y corazón" a esa Venezuela que "existe pero que muy poca gente conoce".

   'Azul y no tan rosa', una película que acerca la historia de amor de una pareja gay que se topa con el rechazo social por su condición sexual, recibió el Goya a la mejor cinta Iberoamericana, marcando un punto de inflexión en la historia del cine venezolano.

   "Gracias a todos mis actores. Fueron valientes, se atrevieron a hacer esta película, a ponerle voz y corazón a unos personajes que se interpretan sin prejuicios y tabúes. Gracias a Venezuela, a ese país que esperó con tantas ansias una película como esta, por haberse reconciliado con nuestro cine. Gracias a todo ese público venezolano que día a día llena nuestras salas para ver cine nacional", confesó emocionado Ferrari, provocando una fuerte ovación del público.

   El cineasta contagiaba de emoción a los asistentes que admiraban cómo una cinta que nunca fue considerada favorita triunfaba en la ceremonia más prestigiosa del cine español. Una alegría que irradiaba también a Venezuela que vivía la entrega de premios como si de la "final de un mundial" se tratase.

    "En Venezuela desde el 7 de enero (cuando se anunciaron las nominaciones) esto se está viviendo como si fuera la final de un mundial de fútbol", aseguraba Ferrari, que finalizó su discurso con un "¡Viva Venezuela!" que retumbó en el auditorio Príncipe Felipe que acogió la gala.

LA NOMINACIÓN, UN DÍA DESPUÉS DE MORIR MÓNICA SPEAR

   Y es que, la simple nominación de esta cinta a los Premios Goya ya  emocionó al elenco de la película que mostraba en Twitter una alegría contenida, ya que la noticia les llegó un día después del asesinato de Mónica Spear.

   "Querida Mónica Spear esta nominación de 'Azul y no tan rosa' para los Premios Goya 2014 va por ti. ¡Basta ya de tanta violencia en Venezuela!", escribía Ferrari en su perfil de Twitter.

   Pero esta cinta no es el único largometraje latinoamericano que se ha hecho con un Goya. La argentina 'Futbolín' (Metegol), conquistó el galardón a la mejor película de animación.

   Una cinta de Juan José Campanella que narra la historia de Amadeo, un chico tímido pero virtuoso que deberá enfrentarse al más temible rival sobre el campo de fútbol: el Crack.