CARACAS, 13 Oct. (Reuters/EP) -
El programa musical venezolano 'El Sistema', que ha enseñado a cantar a más de 2,5 millones de niños y jóvenes desde 1975, ha comenzado a seleccionar a no nacidos, en función de cómo siguen las melodías en el vientre materno, con el objetivo de salvarlos de la pobreza y darles una oportunidad.
Este nuevo proyecto busca captar bebés, incluso no nacidos, para empaparlos con música clásica y arrancarlos de la pobreza y delincuencia en Venezuela, considerado como el segundo país más violento del mundo por Naciones Unidas.
"Un niño que agarra un instrumento musical es un niño que jamás empuñará un arma", según ha explicado el coordinador del programa 'Nuevos integrantes', Leonardo Méndez, que ha captado 1.500 niños en Caracas, la capital del país, desde su comienzo a finales del 2012.
'El Sistema' admitía a niños a partir de los cinco años, pero desde el estreno del programa cientos de niños más pequeños acuden, una vez al mes, a su moderno edificio del centro de Caracas, para recibir lecciones de canto, iniciación musical con instrumentos hechos de papel y conciertos gratuitos.
Además, ahora un grupo de músicos de 'El Sistema' acude a hospitales públicos, para tocarle música clásica a las madres a punto de dar a luz y hasta durante el parto.
MÚSICA CONTRA LA POBREZA
Catalogado mundialmente como un "milagro musical", 'El Sistema' no sólo es el programa de responsabilidad social de mayor impacto en Venezuela, sino que ha traspasado sus fronteras a países como Colombia, Perú, Bolivia y hasta Escocia y Estados Unidos, que han replicado su modelo.
Siete de cada 10 niños que entran en el programa proceden de hogares pobres en un país que, a pesar de tener las mayores reservas de crudo del planeta, aún muestra elevadas cifras de pobreza en casi un tercio de su población.
Junto a la piel, el oído es el órgano más desarrollado de los niños. De hecho, tres meses antes del parto, los bebés ya pueden escuchar, según ha explicado la profesora de gimnasia musical, Fátima Fernández.
Una de sus alumnas, Abigaíl Vázquez, embarazada de 8 meses, corrobora las palabras de su profesora: "Es impresionante cómo, dependiendo de los ritmos que uno le va colocando, va sintiendo cómo el bebé reacciona" y ha añadido que "la música es alegría, es felicidad" y que "da niños más felices".
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR...