BARCELONA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, entendió hoy la actitud del Rey y del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aunque esperó que este problema "no contamine las relaciones" con América Latina.
En declaraciones a TV3, recogidas por Europa Press, Durao Barroso dejó claro que "si Chávez quiere respeto, tiene que respetar a los otros y no tiene por qué descalificar a los otros". "Eso no es correcto", dijo.
Para el presidente de la Comisión Europea, es importante que las relaciones con Venezuela continúen siendo tan buenas como lo son ahora pero "tienen que entender que es con valores de tolerancia y de amistad" con los que se debe continuar trabajando. "No con la confrontación", añadió.
Señaló, además, que "la demagogia, hacer su desarrollo en contra de los demás" no es una "buena opción", ya que provoca el retorno a la "imagen de populismo, de militarismo y de los caudillos".
En este sentido, subrayó que "el populismo no es una buena respuesta a las situaciones actuales de América Latina" y remarcó que la Unión Europea ya está recordando a Venezuela que "su desarrollo tiene que ser compatible con la democracia, la tolerancia y con la libertad de expresión".
EL PODER DE LAS REGIONES.
Respecto a la demanda del presidente de la Generalitat, José Montilla, de una Europa "federal" que integre a las regiones como "actores institucionales", Barroso destacó que se está trabajando en la consulta de las regiones "desde un punto de vista informal", pero reconoció que es "complicado" porque "no hay consenso entre los 27 estados miembros para cambiar este régimen".
En cuanto al reconocimiento del catalán como lengua oficial, afirmó: "Estoy a favor del respeto máximo por las diferentes lenguas, pero en este sentido también es necesario que haya un acuerdo por unanimidad".
Sobre inmigración, el presidente de la Comisión Europea señaló que en la UE se apuesta "por gestionar conjuntamente" este fenómeno, ya que "no tiene sentido" que existan 27 políticas de inmigración. "Pero, por supuesto, que lo que no podemos hacer es decir cuántos inmigrantes puede acoger un determinado país", aclaró.
Barroso también tuvo palabras para el Tratado de Lisboa, opinando que representa un "avance" porque permite "más eficacia a la hora de tomar decisiones, más coherencia en términos de política exterior y más mecanismos democráticos".
En referencia a la política de enriquecimiento de uranio de Irán, afirmó que la UE está preocupada y calificó de "inaceptable" que el país no respete tres resoluciones de Naciones Unidas. "Tenemos que dar señales de que esto no puede ser", concluyó.