Actualizado 06/03/2008 18:41

Venezuela.- Los empresarios gallegos de Venezuela son optimistas con la liberación del secuestrado y descartan retornos

La familia sigue "angustiada" pero ve "una lucecita" en la negociación


LA CORUÑA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Asociación de Empresarios Gallegos en Venezuela, Cándido Rodríguez, se mostró hoy optimista con la liberación del empresario natural de Muxía que fue secuestrado el lunes en Caracas.

Rodríguez explicó a Europa Press que este tipo de secuestros "acaban resolviéndose favorablemente más tarde o más temprano", después de desarrollarse una negociación entre las partes, "a no ser que ocurra un accidente".

No obstante, el empresario pidió al Gobierno venezolano que sea "contundente" con este tipo de acciones "que tienen muy preocupada a la sociedad" por tratarse de "uno de los delitos más graves que pueden hacerse, al privar a una persona de su libertad" y remarcó que "no se le ha secuestrado por ser español, si no empresario".

Así, Rodríguez descartó que se vaya a producir un regreso masivo de los emigrantes a España ante el aumento de la inseguridad en el país, porque "ya están instalados, tienen sus negocios, hijos e incluso nietos, y están enraizados".

"UNA LUCECITA"

Por su parte, la familia continúa "angustiada" ante la falta de noticias de los secuestradores. La hermana de la víctima, Maruja Domínguez, explicó a Europa Press que están "sin noticias" porque sólo quieren hablar por la noche "para no tener las líneas ocupadas", pero avanzó que la mujer de su hermano les había enviado un e-mail en el que veía "una lucecita" de esperanza.

Esa "esperanza" podría materializarse en una rebaja del rescate ante la imposibilidad de la familia de hacer frente a los 700 millones de bolívares solicitados por los secuestradores a cambio de la liberación del empresario gallego (sólo cuentan con 150 millones), una noticia que todavía no han podido confirmar.

Jesús Ovidio Domínguez Bentín, de 68 años de edad y nacido en la localidad coruñesa de Muxía, fue secuestrado en Caracas a última hora de la tarde del lunes, cuando salía de la pastelería que regenta en el centro de la capital venezolana, la repostería Rois.

Esa misma noche, su mujer recibió la llamada de los secuestradores en la que les exigieron el pago de 700 millones de bolívares (alrededor de 200.000 euros) a cambio de la liberación del empresario gallego. Éstos contactaron con la familia en dos ocasiones esa misma noche para solicitar el rescate y permitieron hablar a Domínguez Bentín con su hija para demostrar que se encontraba bien y con vida.

La hermana del secuestrado, explicó que el gallego llevaba ya un tiempo preocupado y sintiéndose vigilado, por lo que le habían aconsejado que retornara a España al temer que ocurriera este desenlace, pues, según explicaron, son muy habituales este tipo de secuestros a empresarios extranjeros en Venezuela.

Además de la evidente preocupación por el secuestro, la familia está "destrozada" porque teme que "conseguir el dinero no sirva para nada" pues el empresario español debe medicarse a diario por haber sido picado el año pasado por un mosquito que le transmitió la enfermedad tropical del Denghe, que le provoca fuertes hemorragias y le baja el nivel de plaquetas, además de sufrir problemas coronarios e hipertensión.

Jesús Ovidio Domínguez emigró a Venezuela con 17 años junto a su padre, lugar en el que se casó con Ruth y tuvo dos hijas, Rosa y Marisol, y dos nietas. La última vez que visitó Muxía fue hace doce años, localidad en la que nació el empresario y viven su hermana y sus dos sobrinas. En Portugal tiene una segunda hermana que está en contacto permanente con los españoles. Todos se encuentran "muy mal" anímicamente porque además hace sólo tres meses falleció la tercera hermana.

Este incidente se suma a la oleada de secuestros que se produjeron entre mayo y octubre del año pasado cuando se raptó a cuatro empresarios gallegos, tres en Venezuela y uno en Argentina, que fueron liberados; además del asesinato el lunes de la semana pasada de Manuel Besteiro, tras ser tiroteado y asaltado por dos hombres a la entrada de su negocio de materiales de construcción en Caracas.