Publicado 05/03/2014 16:02

Venezuela, dividida, conmemora el aniversario de la muerte de Hugo Chávez

 Nicolás Maduro
REUTERS

CARACAS, 5 Mar. (Reuters/EP) -

Venezuela conmemora un año de la muerte de Hugo Chávez, una jornada muy emocional en esta nación polarizada sobre el legado del líder socialista.

El presidente Nicolás Maduro encabezará los homenajes, que incluyen un desfile militar y una ceremonia en el mausoleo de un barrio humilde del oeste de Caracas donde fue sepultado Chávez.

"Hacemos un llamado a todo nuestro pueblo para que nadie caiga en provocaciones", dijo Maduro este martes. "Pedimos que se respete el sentimiento de la mayoría del pueblo venezolano".

Un cañonazo recordará a las 16.25 (hora local) el momento exacto de la muerte de Chávez, que gobernó la nación de la OPEP por una década y media hasta ser derrotado por un cáncer el 5 de marzo del 2013.

La jornada será emotiva para la mitad de los venezolanos que adoran a Chávez por los programas sociales que financió con la renta petrolera del país y beneficiaron a millones de pobres.

"Es un día muy triste, pero muy importante para nosotros", dijo Marisol Aponte, una maestra quien dijo ser "chavista hasta la médula" y que recibió una vivienda del Gobierno. "El Comandante nos dejó (...) No podemos vivir de luto permanente. Hay mucho, pero mucho trabajo que hacer".

Y será un día amargo para la otra mitad que siempre lo consideró un líder autoritario que dilapidó los recursos del país e intentó perpetuarse en el poder como su amigo el líder cubano Fidel Castro.

Grupos de estudiantes prometieron mantener la presión en las calles del Venezuela, donde al menos 18 personas murieron en el último mes en los peores disturbios en una década.

Algunas calles del este de Caracas, una zona de clase media y alta controlada por la oposición, amanecieron bloqueadas con barricadas hechas con basura y muebles viejos.

Las protestas no parecen sin embargo amenazar al joven gobierno de Maduro, pero expusieron el descontento popular por la galopante inflación, la escasez de alimentos y la violencia fuera de control en esta nación de 29 millones de habitantes.

La economía se ha convertido en una preocupación transversal en Venezuela, irritando a chavistas y también a opositores. Muchos chavistas confiesan no estar demasiado impresionados con Maduro, un ex dirigente sindical al que Chávez eligió como sucesor antes de morir.

Chávez será homenajeado también por algunos de sus vecinos de izquierda a los que ayudó con su petróleo en un intento por contrarrestar la influencia de Estados Unidos -o "el Imperio", como solía llamarlo- en América Latina.

El presidente cubano, Raúl Castro, aterrizó en la mañana del miércoles en Caracas y fue directo al mausoleo a depositar una flor blanca sobre el féretro del hombre que ayudó a su país con petróleo e inversiones.

También llegaron a Venezuela los mandatarios boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega.

"Creo que en América lo sentimos mucho", dijo el presidente uruguayo José Mujica, recordando que Chávez financió la reforma del mayor hospital público de su país. "Fue una amistad que trajo beneficios".

PROTESTAS CONTINUAN

Aunque las protestas han ido perdiendo intensidad, grupos de estudiantes continúan chocando a diario con la policía en torno a la Plaza Altamira, ubicada en un barrio en el este de Caracas gobernado por la oposición.

"Para mí es indiferente si mañana es o no es el aniversario de Chávez (...) Voy a protestar", dijo el martes Aquiles Aldazo, un joven de 18 años que pintaba la palabra "Resistencia" en un muro a metros de la policía antimotines. "Están celebrando un aniversario de un tirano".

Grupos moderados de la oposición pidieron evitar choques el miércoles, cuando los venezolanos volverán a trabajar después de un prolongado feriado de Carnaval con el que el gobierno intentó enfriar los ánimos.

En San Cristóbal, una ciudad gobernada por la oposición en el occidente del país cerca de la frontera con Colombia, vecinos mantenían calles bloqueadas con barricadas. Otros municipios del estado de Táchira también amanecieron el miércoles aislados.

Maduro dice que los manifestantes buscan sembrar el caos para provocar un golpe de Estado. Esta semana despachó a su canciller a Ginebra para denunciar ante Naciones Unidas una "campaña internacional" contra Venezuela.

La violencia en la nación sudamericana preocupa al Papa Francisco y también al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que llamaron al diálogo.