Publicado 11/08/2020 07:43

El cribado nutricional puede ayudar a determinar el pronóstico de un ataque cardíaco

El cribado nutricional puede ayudar a determinar el pronóstico de la angina y el
El cribado nutricional puede ayudar a determinar el pronóstico de la angina y el - PIXABAY/STOCKSNAP - Archivo

   MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

   El cribado nutricional puede constituir una herramienta potencial para determinar el pronóstico de la angina de pecho y el ataque cardíaco, según un estudio publicado en el 'Journal of the American College of Cardiology' sobre más de 5.000 pacientes con síndromes coronarios agudos (SCA).

   El 71,8% de los pacientes resultó considerado desnutrido por al menos una prueba de detección de nutrición, y el empeoramiento del estado de desnutrición se asoció con una mayor mortalidad y mayor eventos adversos cardiovasculares (MACE), como otro ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.

   "La detección de las puntuaciones de desnutrición puede ser una manera fácil de determinar qué pacientes con SCA tienen un alto riesgo de resultados adversos y tiene el beneficio adicional de ser un cálculo muy simple, ya que muchas de las variables se toman a través de pruebas de rutina en el entorno de emergencia", destaca Sergio Raposeiras Roubín, cardiólogo clínico del Hospital Universitario Álvaro Cunqueiro e investigador del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).

   "La desnutrición también es un factor de riesgo potencialmente modificable para estos pacientes, ya que los médicos podrían iniciar intervenciones nutricionales durante la hospitalización y continuar después del alta mediante la coordinación con los centros y programas de rehabilitación", añade.

   En este estudio retrospectivo, los investigadores utilizaron el Registro de Síndrome Coronario Agudo del Hospital Universitario de Vigo para identificar a 6.023 pacientes con SCA ingresados entre enero de 2010 y septiembre de 2017. ACS es un término general para las condiciones médicas que afectan el flujo sanguíneo al músculo cardíaco, incluido el ataque al corazón, tanto infarto de miocardio sin elevación del segmento ST (NSTEMI) como infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI), y angina inestable o dolor en el pecho.

   Se excluyeron los pacientes con datos incompletos de ingresos o seguimiento y los pacientes diagnosticados de leucemia o linfoma. La cohorte final del estudio incluyó a 5.062 pacientes que eran 74,5% hombres y una edad media de 66,2 años. Entre los pacientes incluidos, el 10,6% tenía angina inestable, el 49% tenía NSTEMI y el 40,4% tenía STEMI.

   Los pacientes se clasificaron en peso bajo, peso normal, sobrepeso u obesidad, según el índice de masa corporal. Todos los pacientes fueron evaluados por desnutrición usando tres calculadoras: la puntuación de Control del estado nutricional (CONUT), el índice de riesgo nutricional (NRI) y la puntuación del índice nutricional pronóstico (PNI).

   La desnutrición osciló entre el 8,9% con el PNI, el 49,8% con el CONUT y el 59,5% conla puntuación NRI, mientras que el 38,5% (CONUT) y el 20% (NRI) presentaban desnutrición leve, que el PNI no calcula. Se calculó desnutrición moderada a severa en el 11,2% (CONUT), 39,5% (NRI) y 8,9% (PNI) de los pacientes.

   Utilizando cualquier grado de desnutrición, el 8,9% se clasificó como desnutrido en los tres puntajes y el 28,2% no estaba desnutrido en ninguna puntuación.

   Los pacientes con desnutrición, medida por cualquiera de las tres puntuaciones, eran mayores, más propensos a ser mujeres y más propensos a tener fibrilación auricular, anemia y fracción de eyección ventricular izquierda reducida.

   La mayor prevalencia de desnutrición se encontró en pacientes con un índice de masa corporal considerado bajo peso o peso normal. Sin embargo, una proporción significativa de pacientes considerados con sobrepeso u obesos estaban desnutridos.

   A lo largo de 3,6 años de seguimiento, el 16,4% de los pacientes falleció y el 20,7% tuvo MACE, que incluye mortalidad cardiovascular, otro infarto o ictus.

   Los investigadores encontraron que el empeoramiento del estado de desnutrición se asoció con un mayor riesgo de resultados deficientes, independientemente de la puntuación de desnutrición utilizada. Si bien el CONUT y el PNI superaron al NRI en la predicción de mortalidad y MACE, el CONUT tuvo mayor éxito que el PNI para ambos resultados.

   "Muchos cardiólogos clínicos no son conscientes de la prevalencia de la desnutrición, lo que hace que no se reconozca ni se trate --destaca Raposeiras--. Nuestro estudio demuestra la importancia de la detección de desnutrición en todos los pacientes admitidos por SCA, independientemente del índice de masa corporal. Al hacerlo, podemos mejorar la evaluación del riesgo en estos pacientes y las intervenciones posteriores para la prevención secundaria".

   En un editorial adjunto, Andrew M. Freeman, del National Jewish Health, en Denver (Estados Unidos) apunta que "es hora de que el profesional de las enfermedades cardiovasculares se arme con la herramienta más rentable y poderosa en la batalla contra las enfermedades cardiovasculares: la nutrición y la medicina del estilo de vida".