Publicado 30/01/2020 12:42

Describen la estructura de una enzima que puede usarse para producir leche sin lactosa

Investigadores del CSIC y el CNIO describen la estructura de una enzima que pued
Investigadores del CSIC y el CNIO describen la estructura de una enzima que pued - PIXABAY/CONDESIGN - Archivo

MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descrito, mediante criomicroscopía electrónica, la estructura molecular de una enzima capaz de hidrolizar o descomponer la lactosa, lo que supone un avance en la búsqueda de nuevas formas de obtener leche y derivados lácteos sin lactosa.

La intolerancia a la lactosa es un trastorno digestivo común que afecta "a una gran proporción de la población humana adulta", ha señalado el investigador del CSIC en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, Julio Polaina. "La gravedad de los síntomas varía de persona a persona, y depende de la susceptibilidad al azúcar y la cantidad ingerida", señala.

Por ello, según ha explicado, en el campo de la biotecnología ha adquirido "gran importancia el estudio de enzimas que se pueden usar para la producción de leche y derivados lácteos sin lactosa, como es la bacteria Thermotoga maritima o TmLac".

Según explica el miembro del Instituto de Química-Física Rocasolano del CSIC, Rafael Fernández-Leiro, la técnica de criomicroscopía electrónica o Cryo EM se ha convertido "en una alternativa a la difracción de rayos X tradicionalmente empleada para resolver la estructura de macromoléculas a alta resolución". Así, ha añadido que la estructura de la enzima TmLac se había intentado resolver anteriormente sin éxito.

"Gracias a la Cryo EM hemos podido resolver su estructura con una resolución de dos ángstroms, una de las más altas resoluciones conseguidas hasta la fecha empleando esta técnica y que nos permiten ver en detalle la estructura atómica de esta enzima", ha detallado el experto.

"Nuestra innovación supone una importante contribución a la salud y bienestar de la extensa población que presenta distintos grados de intolerancia a la lactosa", ha señalado otra de las investigadoras, Julia Sanz-Aparicio. Un siguiente paso, continúa, es "el diseño de enzimas híbridas que puedan unirse de manera eficiente a diferentes soportes sólidos y así emplearse para distintas aplicaciones".