Publicado 31/10/2019 13:58

Las falsas creencias sobre cómo ayudar a corredores que debes evitar

Las falsas creencias sobre cómo ayudar a corredores que sufren complicaciones de
Las falsas creencias sobre cómo ayudar a corredores que sufren complicaciones de - PIXABAY - Archivo

   MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Las actuaciones bienintencionadas para ayudar a un corredor, como limpiar una herida con algodón, tratar que una persona no se muerda la lengua ante una convulsión o socorrer una parada cardiorrespiratoria antes de llamar al 112, no solo no ayudan a socorrer, sino que empeoran la situación, según ha afirmado el responsable de los cursos de formación en asistencia sanitaria para voluntarios del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, el doctor Javier Dolz, con motivo del Medio Maratón Trinidad Alfonso EDP de Valencia.

   En este sentido, ante heridas y ampollas, el doctor recomienda no soplar sobre la herida, ya que esto puede trasladar gérmenes que contaminen la herida. Del mismo modo, aconseja no tocar o intentar limpiar coágulos de sangre porque los coágulos son tapones naturales y retirarlos aumenta el riesgo de sangrado. Tampoco es recomendable colocar algodón absorbente sobre la herida, pues las fibras del algodón ensucian la herida. Lo primero que conviene hacer es, siempre, tapar la herida.

   En cuanto a los mareos, náuseas o vómitos, Dolz sugiere que el corredor evite frenar de golpe cuando sienta los síntomas, pues la parada "en seco" dificulta que el riego sanguíneo vaya poco a poco distribuyéndose apropiadamente. En la medida de lo posible, afirma, lo más acertado es acompañar al corredor para que vaya bajando poco a poco el ritmo; tumbarle y ponerle las piernas en alto.

   En caso de que el corredor sufra convulsiones, el doctor advierte de que no se debe manipular la boca ni introducir objetos, ya que estas prácticas conllevan el riesgo de mordeduras y de asfixia. Lo más importante es evitar daños y fracturas, sobre todo craneoencefálicas. En este sentido, lo primero que se debe hacer es retirar cualquier objeto cercano con el que pueda lesionarse y colocar un elemento doblado en la parte posterior de la cabeza.

   Ante una parada cardiorrespiratoria, lo más adecuado es realizar compresiones torácicas a un ritmo nunca inferior a 100 compresiones por minuto. Existen trucos para saber la frecuencia con la que realizar estas comprensiones como, por ejemplo, hacerlas al ritmo de la popular canción 'Macarena'. También se aconseja no alternar ventilaciones (insuflar aire por boca) con compresiones torácicas porque las ventilaciones pueden restar protagonismo y tiempo al objetivo principal de la reanimación cardiorrespiratoria, que es restituir manualmente y de forma externa la labor de bombeo sanguíneo que ejerce el corazón.

   En los casos más graves de complicaciones mientras se corre, y en contra de lo que el instinto natural dicte, que suele llevar a volcar esfuerzos en socorrer de forma inmediata, existe una secuencia básica de actuación. "Si tienes que asistir a un corredor", resume Javier Dolz, "lo primero es protegerse uno mismo para estar en condiciones de prestar ayuda. Lo segundo, llamar a personal sanitario capacitado para dar respuesta al problema, ya que una vez tratemos de ayudar, no habrá tiempo; y, por último, tratar de socorrer a la persona que sufre el problema basándose en estas sugerencias básicas".